Los tratamientos reductores han ganado espacio en las clínicas de estética. Los mismos buscan la remodelación corporal sin cirugías a través de la aplicación de diversas tecnologías buscando disminuir el tejido adiposo.
La radiofrecuencia tripolar se basa en la utilización de campos eléctricos que permiten generar une electrolisis del agua del tejido adiposo produciendo un calentamiento.
El aumento de la temperatura produce activación de las células del tejido adiposo, aumentado su metabolismo y destrucción.
La radiofrecuencia tripolar facial permite que la energía aplicada sea más focalizada obteniendo resultados más duraderos y mejores efectos estéticos sobre el contorno corporal.
Como toda técnica de estética, la radiofrecuencia tripolar, debe ser aplicada por personal entrenado y capacitado, de forma de poder obtener los mejores efectos en mejorar la silueta producida por el tejido adiposo debajo de la piel.
Se debe tener en cuenta que los resultados son acumulables a lo largo de múltiples aplicaciones a lo largo de la semana.
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